domingo, 17 de abril de 2011

El manuscrito Kewan

Queridos lectores, masones o no masones. La Orden Masónica posee muchos documentos ( bueno, no tantos) que se califican como antiguos. En dichos documentos se habla de nuestra Orden, de sus costumbre y de otros muchos temas.

El documento que hoy quiero traerles aquí es el Manuscrito Kewan. Este manuscrito debió ver la luz entre el 1717 y el 1720, es decir, poco después de la creación de la Gran Logia de Inglaterra.

Según la traducción francesa de Patrick Négrier aparecida en La Franc-Maçonnerie d’après ses textes classiques. Anthologie 1599-1967, Detrad, 1996 (impreso en Atenas). El texto fue publicado por primera vez en Harry Carr, The Early Masonic catechism, Kila (MT), Kessinger Publishing Company, 1963, p. 183.  Se observará que el texto es prácticamente idéntico al del Manuscrito de Edimburgo.

No es este el lugar para escribir todo el contenido de este manuscrito, que, por otro lado, es fácilmente encontrable en la red de redes. Me voy a limitar a poner algunos trozos y dejo a su interés el buscar la versión completa.

La persona que debe recibir la palabra está de rodillas, y después de un cierto número de gestos destinados a asustarle, le hacen tomar la Biblia y poner su mano derecha encima; invocan ante él muchas amenazas por si acaso rompiera su juramento. El sol en el firmamento y toda la compañía presente darán testimonio contra él, lo que será la causa de su condena, por la cual no dejarán de asesinarle. Es entonces, después de que haya jurado secreto, cuando le dan el juramento como sigue:

Por Dios mismo, y a la espera de que rindáis cuentas a Dios cuando os encontréis desnudo ante Él en el gran día del juicio, no revelareis nada de lo que vais a ver u oír hoy, ni de palabra ni por escrito, cuando sea, ni trazareis con la punta de una espada o de otro instrumento sobre la nieve, o sobre la arena, y no hablareis excepto con alguien que haya sido recibido masón... ¡Que Dios venga en mi ayuda!
Este parte me interesa en el sentido de que nombra la Biblia literalmente como libro a usar. Este punto sirve para ratificar que en esa época al menos, la masonería era creyente, no diré Católica ya que en Inglaterra podrían ser Protestantes; pero lo que si es claro es que eran Creyentes.
 
También conviene aclarar, para los no masones, que las referencias a asesinar son alegóricas y no literales. En la Masonería no se asesina a los hermanos, por supuesto. El asesinato que se comete ante la falta a un juramento prestado es que uno ha jurado en vano y como persona ha cometido un error que hará que su evolución interna no se produzca, es decir, ha asesinado su propia evolución intelectual y/o espiritual.
 
El resto del documento viene a ser como un catecismo, como una serie de preguntas y respuestas que los masones se dan para reconocerse entre ellos.
 
Un saludo a todos/as

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